Dudas ante todo

Para los que la confundieron con el problema

Es la idea que busca comprensión
la que hace atiborrarme de letras,
que susurrándome al oído sonidos falaces
puedo hacerlos míos,
y luego surcarlos, navegarlos y aún siendo propios
se hacen indomables.

Es la palabra sin etiqueta.
El verso sublevado por una coma mal puesta
lo que hace que en el siguiente planeta,
del que me considero idolatrado,
la ponga exactamente donde cabe,
juzgando cada final de frase,
ejecutando cada periodo indivisible de vida,
prorrogando un hilo de sangre
que se vierte porque lo quiere un Dios.
Un brazo ejecutor.

La imagen sin significado,
el término sin fin,
un momento ensimismado,
las ganas de no poder sentir.

Cuando dialogan dos palabras
y le pregunta una a la otra dónde estamos,
porqué somos así,
la duda es la condena que nos hace eternos,
eternos en esto de vivir.

Lo que hace que aunque "camino"
suene ronco en mis pies,
"libro" retumbe tonto en mis manos,
en mi voz, mi "palabra"
aunque queden mudas,
inauditas las intentaré valer.

He dicho que cuando cada palabra
y cada objeto que nos hayamos encontrado
en nuestro camino,
haya encontrado un sujeto con el que casar,
podremos decir que habremos llegado.
Podremos decir que hemos perecido.
Como padre inocente que al morir,
antes de marchar,
desea dejar atado a su hijo.

E.M.G