
Agua de verano,
viniste para recordarnos lo bonito de tus hermanos,
para recordarnos lo que nos espera cuando esto acabe,
y para traernos cuentos de navidad
en este ajetreo de ir y venir a costas
y aguas cerradas.
Volviste para recordarnos,
para hacernos saber de nuevo que somos hombres,
que ya empezamos a oler a sol mojado
y a tierra corrompida de perfumes,
a troncos reciclados,
y a cielos cosidos ya en vano.
En Agosto,
su nube pisa el azul,
comprometiendose el trueno a hacer pretemporada,
y el sol coger días de asuntos propios
porque aunque digan que su luz no contamina,
a algún poeta le ha mostrado la luz
en esta época estival,
y ha caido en agonía morena.
E.M.G
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