La deshonra que nos hizo madre habrá que aprobecharla,
no todos los días despierta uno
sobre unos brazos que nos mecen para que cojan inercia
y nos lance al vacio.
Nos tocó y tocará reinventar la Concepción,
contestar a la omnipresencia de un Dios empapelado,
representarlo ante las puertas del Edén
para darle vista al hombre.
Nos premiarán con múltiples pies pateados
y rajados pechos buscando islas,
desafiando a la centésima y a la pluma
para estampar nubes llenas de amaranto y latido,
pero que quedan tan arriba
que las colorearemos en hojas lloradas
bajo unas sábanas y una almohada.
Pues mi horizonte consiste
en la copia de las vivencias de hombre hermano
que vivió dentro de tres muertes.
Pues alego que no fuí lo que seré.
E.M.G
Gracias...
Hace 2 años
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