La simpleza de las cosas yuxtapuestas
a nuestra razón de ser,
nos hacen inútiles flores de carril
que dejan ver carromatos
llenos de felicidad, ira, añoranzas,
incluso alegrías y penas,
como felicidad y tristeza a toda velocidad por nuestro sino.
Con lo fácil que es espigarnos hacia el techo
en vez de crecer por nuestro brazos,
echando hojas verdes a lo ancho y en falso,
donde un arrebato de cansancio,
podría tronchar nuestros, hasta ahora,
incansables e impecables dedos.
Sencillamente nos bastaría con aprendernos
tres reglas ortográficas,
aguda, llana y esdrúja,
para saber como va esto.
Las excepciones vendrían de mamarnos dictados,
libretos y copiados,
redacciones e inútiles enunciados.
Pónganle indiferencia si quieren,
o tal vez no sé,
apaguen y vámonos.
Ahí os dejo mi palabra en el camino.
E.M.G
Gracias...
Hace 2 años
:O asi me he quedao
ResponderEliminarPeazo de crack.
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