...Cogió su guitarra y se fue llorando.

A Juan Carlos Aragón Becerra

Me llegó una vez más su pensamiento ilustre
envuelto en Mi y en Re,
me llegó, y una vez más las químicas de mi cerebro
rompieron el techo, calibraron el peso
y puso su llanto henchido sobre mi oido.

Contó a mi lado que para qué sirve ya dibujar sobre
solidaridad y compañía,
asunto de matar letras y llorar tintas,
cuando en este mundo existe todavía el hombre y su antecesora.
Cuando todavía existe la mujer y ese que va muriendo.

Llegan musas inmortales que pretenden,
sobre la azotea,
fumigar la tierra también de estrellas,
y paisajes sólo vistos desde la altura.
Cuando aquí todavía nos morimos por imágenes a color
y coches a la última.

Dejemos por ahora la dificil tarea de arreglar mundos,
limitemos, tambien por ahora,
a escondernos tras incansables folios blancos,
y la más ardua tarea aún de dejar pasar mientras
sentados escribimos.

Ya llegará el momento.

E.M.G