Legitimado por la sombra

Estoy legitimado por la sombra,
pero incompatible con tu nombre,
mis respuestas van en el sobre
con flores tatuadas en mi pobre pecho mediocre.

Dado de alta por la Seguridad Social,
pero legitimado por la sombra,
y dime que hago sin este permiso de obra
que aprieta y agobia como una ilustrada toga.

Tranquilo, perspicaz, altivo y alegre,
pero legitimado por la sombra,
un tiento mal dado
podría acabar con mis días, el cielo y tu boca.

Legitimado por la sombra,
pero encantado por la calle.
Podría bastar un detalle
para que de pronto me iluminen Vanidad, Respeto y Dinero.
Estos son dos señores muy truanes
y una puta muy jerarquizada,
que hacen que siga teniendo el gusto de estar legitimado por la sombra,
y tu nombre me siga gustando por los días de los días,
y las mañanas de las mañanas.

Amen...