Yo que soy el Dios,
soy la razón,
soy el Señor,
la destrucción.
la bendición.
Yo soy el hombre.
Soy el que pone y da
miedo y felicidad
a su gente.
El que siembra la revolución en su mano
y a la media vuelta reniega de humano.
El que crea y quita vidas.
Y ve que el hambre solo es de tres
mientras come a tutiplén,
más allá de aquella esquina.
Donde la libertad mendiga
y la critican las vecinas.
Para volver a lo que era
crea un Sistema,
pero se le olvida volver.
Firma principios,
para su pueblo,
sin ellos.
Pueblo que muerte a de morder.
Se le da tecnología,
se le ofrece ortografía,
se le da libro de sabios
y te da consejos varios.
Solo queda reconocer,
pueblo sin principios,
pueblo de finales,
ya no habrá más Dios que peque,
ya no habrá más Dios que peque,
ni hombres que amen.
E.M.G
Resepi Ayam Goreng Mamak Nasi Kandar
Hace 1 año
¿Supo alguna vez, el hombre, amar, en su debida medida?
ResponderEliminarExcelente poema.
Saludos
J.
La verdad es que no. Nunca supo, ni sabrá. Ni aunque se disfrace de Dios en el día a día, y como no sabe amar, tampoco sabrá aprovechar lo que le ofrece la vida.
ResponderEliminarMuchas Gracias! Saludos y Felices Fiestas!
Como siempre don ezequiel, si bien este poema no es uno más, este poema es de los mejores. Sigue asi, poeta de la bahía.Rafiky
ResponderEliminarNo está mal...
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