Moriré

Pudo irse sin hacer ruido,
que para eso le echaba tres en uno a su cadena.
Mi bicicleta.

Pudo rayarse y huir,
sin arrancar de mí un ole.
Aquel CD de Manolo Caracol.

Ha querido varias veces quemarse como un Juanillo,
teniendo más compás ella que ese muñeco de trapo.
Como su padre,
de tal palo tal astilla.
Mi guitarra.

Cuando se le acabó la batería,
creyó que no volvería a mí.
No puedo vivir sin ello,
ni ello sin mi.
Llenando de canción la vida.
Mi Mp3.

Una vez que me quité el cuero,
me creí desposado,
mi esposa el aire
y cuando peleo,
el viento mi consuelo.
Mis pulseras de cuero.

Marchó sin querer querer ni quererse,
creyó que marcho sin querer,
pero cuando piense,
sabrá que es lo que no quiero y quiero.
Amor.

Todo ello ligado a un punto,
y cada tapa mi contraportada.
Cada verso termina en coma,
y cada historia en un punto.
Mi libreta.

Todo ello morirá.
Yo moriré.
Se acabará la pista que esté sonando en él.
Sin ruido ninguno, como mi bicicleta,
para eso escribo,
moriré.

E.M.G