Llamadas hacia el más allá. Parte I

No se guien por el título. No voy a confesar mis relaciones con el esoterismo, de hecho nunca tuve ninguna.
Solo intento transmitirles mis conversaciones telefónicas con personas, no se ni quien son, ni a donde llamé (alomejor sí por su acento, aunque tampoco podría concretar demasiado).

Estas conversaciones empezaron cuando instalaron la línea ADSL en casa. La oferta incluía conexión wifi y llamadas a teléfonos fijos nacionales gratis. Esto de las llamadas desde un primer momento me tentó demasiado, y como en casa no hablamos demasiado por teléfono decidí aprovechar la oferta que me brindaba mi querida empresa de telefonía.

He de decir que aunque de las llamadas que hice, de ninguna entablé amistad con nadie a los que llame, sí conocí a Gabriela, una simpática teleoperadora argentina de la compañía telefónica. Pero esto no viene al caso.

No suelen ser normales cosas como esta. Nadie se imaginaría a una persona llamando sin ton ni son, a modo de programa televisivo de antes de el almuerzo, a ciudadanos usuarios de línea telefónica, sin conocerlos.

Yo lo hice. Y a modo de experimento, estudio, encuesta...Llamenlo como quieran, contaré las mil y una charlas que tengo anotadas en un cuaderno.

Por cierto, me llamo Joaquín Charlopoco y estaba aburrido.

Gracias por escucharme.

E.M.G