...Vuelan en las fotos unas motitas de polvo que dicen llamarse recuerdo...

Páginas

sábado, 2 de enero de 2010

Veneno


Entró y dejó sin querer,
aunque creo lo contrario,
un tirabuzón colgando de su cortina.
Ya no pertenecen a la casa,
pertenecen a su hogar,
a su flotante calor de verano,
a mi floreciente calor de pecho.

Su material rayo de luz con su pertiente
envoltura de olor sublime,
casó con la luna,
con lo usual de este cuento.
Ella marchó al cielo enamorada
del astro viajero de poco combustible,
y yo, pobre luchador de letra y tilde,
en esta desesperante y pobre esfera inmortal,
seguiré muriendo cada día,
escuchando mi propia risa al despertar,
risa eterna pero con eco,
que me recuerda que esa segunda voz que me devuelve el horizonte,
no me cantará su nana antes de caer extasiado de muerte
sobre mi lecho.
El tanatorio donde rindo culto a esa luz,
a esa cortina,
a esa habitación.

E.M.G

No hay comentarios:

Publicar un comentario